La importancia de la formación del CEO
Carlos Pelegrín Managing Partner de TheHunter.tech, Socio de CS en Esade.
Celebrado en Escuela Impulsa
Fecha 12/12/2024
En la actualidad, los cambios que se están produciendo en todo el mundo tienen un componente de rapidez nunca antes visto. Es por ello que personas y empresas corren el riesgo de quedarse atrás en el mercado si no consiguen estar al día de las nuevas tendencias.
Carlos Pelegrín, Managing Partner de TheHunter.tech, Socio de CS en Esade, emprendedor y conferenciante, analiza en este “Aula de Invitados” el valor de la formación en los CEOs y su componente estratégico para responder ante los nuevos escenarios del mundo empresarial.
Entornos y oportunidades: la velocidad del cambio
La capacitación de los CEOs siempre ha sido un tema de interés en el ámbito empresarial, pero no así la continuidad de su aprendizaje. La globalización que empezó a gestarse hace ya varios siglos ha encontrado en la actualidad unas dimensiones sin precedentes. La gran rapidez de difusión y la dimensión de los cambios que se producen impactan en todo el globo, generando escenarios volátiles y frágiles, donde estar lo más preparado posible es indispensable.
Expertos como Carlos Pelegrín apuntan a la necesidad de la evolución continua, como empresa y como personas, para huir del estancamiento. Así, en estos entornos VUCA y BANI, donde abundan sensaciones como la impredecibilidad y la complejidad de lo que nos rodea, la formación se viene posicionando como uno de los elementos más necesarios para conseguir adaptarse a las nuevas realidades.
Esta agilización de los cambios se ha visto impulsada por la “nueva digitalización global”, señala Pelegrín. Una digitalización con elementos como la Inteligencia Artificial o el desarrollo de otras nuevas tecnologías, las cuales han impactado en el marco organizacional de manera integral: desde las personas a los procesos y la cultura.
Formación continua y el valor estratégico para la organización
En este sentido, surge la necesidad de plantearse qué se necesita y qué se demanda de los CEOs en el contexto actual. Y es que la figura del alto directivo hoy en día ha evolucionado en gran medida, así como lo han hecho los modelos de liderazgo.
Voces autorizadas apuntan a la gestión de personas como un valor diferencial de los directores generales. Relacionado, la capacidad de liderazgo influye directamente en ámbitos como el clima laboral o la productividad, además de en el engagement de los propios empleados, su compromiso con la organización o la tasa de rotación de los mismos. Comunicación, transparencia o empatía, las demandas vinculadas a los líderes por parte de los trabajadores se encuentran muy relacionadas con el apartado más humano. Al respecto, como uno de los modelos de liderazgo recomendados, Pelegrín menciona al líder coach.
No obstante, otras áreas también son importantes en el desarrollo formativo del CEO actual. Además del apartado tecnológico, que ha de ser integrado tanto en el impacto sobre los procesos como en el modelo de negocio, Pelegrín indica parcelas como el marketing o las finanzas.
Conocimientos y capacidades que no se adquieren por sí solas, no caen del cielo. La formación se posiciona con un papel clave en esta evolución del CEO y de los altos directivos, con un alto valor estratégico para la compañía y el futuro que le depara. En este punto, podemos afirmar que la figura del aprendizaje cada vez se está viendo más encaminada a la continuidad y al largo plazo, con un claro enfoque lifelong learning.
Pelegrín enumera varias metodologías y herramientas formativas que considera interesantes. Entre ellas una que goza de gran popularidad en los países anglosajones, el Feedback 360º, la cual considera como “la herramienta más poderosa de transformación profesional” y se compone de una evaluación integral en torno a las capacidades que se deben de mejorar.
Por otro lado, apunta a la figura del mentor o coach externo, dos métodos de desarrollo profesional con un gran potencial para sacar de la zona de confort a las personas y obtener nuevos conocimientos y aprendizajes. Y es que, concluyente, Pelegrín comenta que “la calidad de los líderes sigue siendo una de las preocupaciones más importantes por parte de los equipos de RR.HH.”